La miopía Internacional de Colombia
Pareciera que los temas
internacionales en Colombia fueran algo relativamente nuevo, no es para
sorprendernos que disciplinas tan importantes para el desarrollo de un país, no
sean consideradas en la transformación de realidades económicas en naciones
como la nuestra. Las relaciones internacionales, la diplomacia, la geopolítica,
la geoestrategia, la negociación internacional, las finanzas, la logística, el
mercadeo, la cooperación y, en fin, un sin número de disciplinas que son la
base de las relaciones políticas y económicas con el mundo, en nuestro país
existen únicamente en el papel, el manejo que se le da a estas desde distintos
frentes, depende en gran medida de los políticos de turno y de lo que traen en
su equipaje electoral. Si existiera una fuente de promesas y realidades a
medias, habría que acudir a muchos planes de desarrollo regionales, a planes o
a políticas de Estado a corto plazo.
No es de extrañar que un dólar arriba
de los 3.000 pesos no sea aprovechado por el gobierno, los empresarios y hasta
la academia, para crear mecanismos que verdaderamente permitan consolidar una
oferta exportadora variada y con alto valor agregado. No en vano hay una
canción con la que se puede comparar en parte el comercio Internacional
Colombiano, “café y petróleo” del dueto Ana y Jaime (la escribieron en los años
setenta y si se analiza la oferta exportadora de Colombia en el 2016, adivinen
de qué se compone en una vasta mayoría, sí, “café y petróleo”).
Al primer actor que debemos apuntar
con el dedo es al gobierno, un gobierno que tiene una academia diplomática para
formar personas aptas en la carrera diplomática, pero que paradójicamente
nombra políticos en declive o militares retirados a ser los embajadores de la
nación en cualquier país del mundo. Presidentes que rompen relaciones
comerciales o nos aíslan del mundo porque esos países “son protectores de las
FAR”. Unas carteras como la de Comercio Industria y turismo que son encargadas
a personas que tienen escasa o nula formación en comercio exterior y
Negociación Internacional (desde el ex Ministro Carlos Ronderos no hay una
persona afín con la cartera). Equipos de negociación de tratados de Libre
comercio que son integrados por personas con escaso o nulo conocimiento del
campo, miopía para diseñar políticas de inserción en el mundo, mientras que hay
países de América del Sur que tienen excelentes y efectivos tratados de libre
comercio con regiones como la asiática, nuestro país no tiene ninguno vigente.
Se pudiese hacer hasta un libro enumerando las razones por las cuales se debe
apuntar a los gobiernos de turno, pero la intención es no aburrirles.
El segundo actor es la industria, o
mejor, la falta de vocación industrial que tenemos, hablar de ventajas
comparativas del país en producción agrícola, es redundar, hablar de variedad
sin igual de frutas exóticas, hortalizas, frutos secos y demás que posee el
país, es repetir una y otra vez lo mismo como una oración. La pregunta es, ¿Por
qué no llegan a mercados internacionales en cantidades considerables?
El tercer actor es la academia, no es
un secreto que desde el inicio del siglo XXI, una gran cantidad de programas
internacionales se han comenzado a ofertar en el país, en áreas como las
finanzas, las relaciones internacionales, la logística, el comercio exterior y
los Negocios Internacionales. A mi juicio, es un factor muy importante y clave
para el desarrollo económico del país, así como la guerra fría posicionó la
geopolítica en Los Estados Unidos y la dimensionó al ser un objeto de estudio
en las Universidades a lo largo del país, de la misma forma la apertura y la
globalización en Colombia han traído un auge por las carreras internacionales,
lo cual a mi modo de ver es indispensable y cada vez mas necesario. El problema
radica en la falta currículos articulados con las realidades productivas de
cada región y de la misma forma, la carencia de docentes especialistas en
materias internacionales en Universidades regionales, lo cual se ha subsanado
con profesionales de disciplinas afines, que al ejemplificarlo con otras
profesiones, sería como un odontólogo que hablase de medicina o algo similar.
Las Universidades que han logrado atraer los profesionales Internacionales,
bilingües o multilingües y con conocimientos específicos en áreas
internacionales, han posicionado sus programas, tal es el caso de la
Universidad del Norte, la Universidad EAFIT o La Sergio Arboleda, sin mencionar
otras Universidades élite en el país.
En líneas generales, puede parecer un
entorno muy negativo para las profesiones Internacionales en Colombia el que
estoy recreando, la intención es describir la realidad desde mi óptica y por
esa misma razón, hay una gran cantidad de elementos que motivan a pensar que la
verdadera relevancia se dará en los años por venir. Un primer factor dentro de
esta prospectiva es el viraje que se ha dado a las relaciones internacionales
en el último gobierno, se han dimensionado nuevos mercados ( Corea del sur,
China, Japón, sudeste Asiático), se está pasando de la negociación al
aprovechamiento de los tratados comerciales, se están afianzando nuevos
mecanismos de integración ( Alianza del pacífico), se está buscando la
Innovación en la producción de las regiones y el mercadeo internacional a
través de donaciones realizadas por la Unión Europea y otros para el
Posconflicto, se está pensando un poco mas en educación e infraestructura,
entre otras.
No podemos esconder nuestra cabeza en
la tierra, el país ha visto generaciones que han mirado de reojo los temas
clave del país, el tema internacional es uno de ellos, por eso, como
profesionales internacionales debemos propender por colocar nuestras
capacidades al servicio de un país que necesita con urgencia de personas que
hablemos con propiedad de culturas, mercados, inserción en el mundo, no lo
dejemos en manos de otras disciplinas, el médico no se puede confiar en las
capacidades del odontólogo.
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